SEBRING, FL – Hay algo en el equipo de Corvette Racing C7.R y sus dos autos; cuando un auto tiene un gran problema, el otro parece acelerar y ganar la carrera.
Ocurrió el año pasado en la Mobil 1 Doce Horas de Sebring fueled by Fresh from Florida: El Corvette No. 3 se estrelló, terminando en el puesto 41 en la general en un campo de 48 autos. Pero el coche del equipo No. 4 tomó la victoria de la clase GT Le Mans (GTLM) en esa oportunidad.
Este año, en la 65ª Anual Mobil 1 Doce Horas de Sebring, paso la misma canción, pero con verso diferente: El No. 4 Corvette terminó 46º – que es el último lugar – después de problemas de refrigeración que no se pudo resolver lo cual envió el coche a casa. Eso dejó al Corvette No. 3 hacer el trabajo de los dos autos para asegurar la victoria, que no sería fácil, pues el equipo de Ford Ganassi envió tres Ford GT a Sebring, esperando terminar su secuencia de victorias en carreras de corona de joyas de resistencia – las 24 horas de Le Mans 2016, Rolex 24 en Daytona 2017, y ahora la Mobil 1 Doce Horas de Sebring 2017.
Y, por supuesto, dos de los Ford GT registraron tiempos de vuelta más rápidos que el Corvette, al igual que uno de los dos nuevos Porsche 911 RSR. Pero las carreras no sólo se ganan con velocidad en la pista – a veces la velocidad en los pit boxes puede compensar mucho, y la última parada en pits de Corvette No. 3 fue excepcional, poniendo el auto en frente del resto del campo, Y al piloto Antonio García, quien compartió el auto con el piloto regular Jan Magnussen y el piloto invitado Mike Rockenfeller; condujo un final muy rápido.
De hecho, Magnussen y Rockenfeller ambos apuntan la actuación de García como clave para el triunfo.
“Antonio condujo como todo un Superman al final”, dijo Magnussen. “Después de que el sol bajó y la pista se enfrió, aumentamos el ritmo, y Antonio sacó el máximo provecho”.
García dijo que el accidente del año pasado estaba fresco en su mente, y que estaba decidido a exorcizarlo. “Simplemente bajé la cabeza y fui a por ella”, dijo.
El margen de victoria del Corvette No. 3 fue de 4,43 segundos sobre el segundo lugar de la categoría GTLM respaldada por la fábrica, el No. 66 Ford GT de Joey Hand, Dirk Mueller y el piloto invitado Sebastien Bourdais, recién salido de un IndyCar ganador del fin de semana pasado en el Gran Premio de San Petersburg en Florida.
La victoria del Corvette fue especialmente dulce: el No. 66, con esos tres pilotos, fue el que ganó en Le Mans y Daytona. El tercero fue el No. 62 Risi Competizione Ferrari 488 GTE de Toni Vilander, Giancarlo Fisichella y James Calado. Cuarto y quinto fueron los otros dos GT de Ford – el No. 67, seguido por el No. 68. El sexto fue el No. 25 BMW Equipo RLL BMW M6 GTLM, séptimo fue el No. 911 Porsche 911 RSR. Los siete coches estaban en la vuelta del líder.
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